Berrinches, ¿Por qué ocurren? ¿Cómo podemos prevenirlos y manejarlos?
Para que un niño tenga éxito en su vida, debe desarrollar habilidades socioemocionales como empatía, apego seguro, y capacidad de autorregulación. Estas se adquieren en los primeros años de vida a través del ejemplo de sus padres y un ambiente seguro.
Los niños pequeños no pueden aprender a regular sus emociones sin nuestra ayuda. A menudo, los berrinches se malinterpretan como manipulación, cuando en realidad son una expresión de una necesidad insatisfecha. Antes de los 3 años, los berrinches son normales debido a la inmadurez del cerebro, cuya corteza prefrontal no se desarrolla completamente sino hasta los 24 años.
Cómo disminuir los berrinches:
- Rutinas: Ayudan al niño a predecir situaciones y esto le da seguridad. Además, dormir los suficiente y comer a las horas establecidas, es una de las ayudas más sencillas e importantes en la prevención de berrinches.
- Toma de decisiones: Siempre da dos opciones para que el niño sea quien tome la decisión y sienta más control. ¨Quieres ir al baño ahora, o cuando termines tu rompecabezas¨
- Libertad con límites: Los niños necesitan límites claros y consistentes para tomar decisiones basadas en experiencias previas y ser responsables de sus acciones. Si los límites cambian, el niño toma decisiones en curiosidad y no conocimiento.
- Señales de los niños: Observar patrones que los llevan al berrinche ayuda a prevenirlos. Por ejemplo, no dejes que se desvele, pase hambre o permanezca en una fiesta cuando visiblemente ya está cansado. Observa y actúa antes de que se desencadene una situación difícil.
- Cambios repentinos en su ambiente o rutina: Ayudar a su adaptación a ambientes nuevos con anticipación, puede reducir su ansiedad. Esto se puede lograr con visitas cortas, historias relatadas o a través de libros. Situaciones nuevas cansan a los niños y hace que su umbral de tolerancia sea menor.
- Respetar su individualidad: Los niños expresan su individualidad en la forma en que hacen las cosas. Permíteles hacer las cosas por sí mismos y con su propio estilo. Colabora con ellos sólo en las cosas que todavía necesiten ayuda. Esta ayuda puede ser física o psicológica.
Ayudas durante el berrinche:
- No lo tomes personal. Recuerda que el niño está aprendiendo a autorregularse, a través de TUS reacciones. Recuerda esta frase: Si el niño pudiera controlarse, lo haría.
- Distingue tus límites para no perder la paciencia y toma un momento para volver a tu estado emocional neutral. En ocasiones hay que pedir a alguien más que te eche la mano.
- Modela la regulación emocional con calma y empatía. El niño aprende de ti y sólo puede dar lo que recibe. La auto regulación es una adquisición gradual que se aprende del ejemplo. Es difícil, pero es lo mejor que puedes regalar al pequeño.
- No implementes nuevas reglas o consecuencias en plena crisis. Espera a que ambos estén tranquilos.
- Conecta antes de corregir: cuando estén calmados, ayuda a verbalizar lo ocurrido y ahí pueden venir las consecuencias lógicas.
Consecuencias lógicas:
- Esperar a que el niño esté tranquilo permite establecer consecuencias adecuadas.
El aprendizaje de la autorregulación es un proceso largo basado en interacciones repetidas con el ejemplo del adulto.
La personalidad del niño se forma en sus primeros años, por lo que es crucial modelar un comportamiento positivo y apoyarlo en su autoconstrucción para una vida estable y feliz.